domingo, 3 de febrero de 2013

Tarta de tres leches


Pues aquí va una de las tartas de mi boda! No tenía  previsto en absoluto tratar de reproducir en casa aquella delicia, pero una comida  cien por ciento venezolana que hemos hecho hoy merecía la pena el intento. A veces las mejores cosas salen cuando uno no las planea, y mejor aún, cuando uno no está preocupado porque salgan bien. Creo que este fue el caso, pues quedamos muy contentos con el resultado! Aquí va la receta, que he compilado de tres fuentes distintas:

Ingredientes:
- 4 huevos medianos
- 1 taza (250ml) de harina
- 1 taza de azúcar
- 1/4 taza de leche de vaca
- 3 cucharaditas de levadura química, o Royal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 200ml de nata para cocinar
- 450gr de leche evaporada
- leche condensada (depende del gusto, pero no más de 200ml)
- nata montada (opcional)
- un poquito de canela (opcional)


Elaboración:
En un bol grande, montar las claras a punto de nieve. Una vez así, ir echando las yemas poco a poco mientras se sigue batiendo. Hacer lo mismo poco a poco con el azúcar, y luego con la harina tamizada, siempre esperando a integrar en la mezcla antes de seguir echando. En este punto agregar un chorrito de leche; no más de 50ml, con el objetivo de suavizar la mezcla.  Por último, se incorpora y se bate la levadura química y la esencia de vainilla. Hornear luego con el horno precalentado a 180º, durante unos 20 minutos, en un molde que habremos enmantequillado y enharinado previamente. Una vez pasado ese tiempo, verificar con un cuchillo o un palillo si el bizcocho está hecho por dentro. Dejar enfriar...

Mientras tanto, se prepara la salsa. Se licua la nata de cocinar, la leche evaporada y se va incorporando la leche condensada poco a poco, hasta obtener el gusto de dulzor que deseamos. Yo no la hice muy dulce, pues el bizcocho ya tiene azúcar y además así no empalaga!  Meter en la nevera mientras el bizcocho se termina de enfriar.

Cuando el bizcocho ya está a temperatura ambiente, pincharlo por toda la superficie con un palillo, abriendo agujeritos hasta el fondo. Eso se hace así para que absorba toda la salsa. Ir bañando entonces el bizcocho con la salsa poco a poco, esperando a que se absorba todo para volver a echar. En mi caso, después de casi medio litro de salsa ya se veía el bizcocho completamente húmedo, hasta el fondo. Reservar el resto de la salsa, y meterla en la nevera, junto con el bizcocho, envuelto en papel film. Dejarlo preferentemente una noche reposando en la nevera.

A la hora de servirlo, esta vez le pusimos nata montada, aunque pudo ser merengue como en la boda! y le eché una pizquita de canela por encima, que le dio un toque realmente delicioso. Ante de ponerle la nata, bañamos la porción una vez más con la salsa de leches, y se pone un poco en la base, para que el comensal pueda seguirla bañando.


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