martes, 3 de enero de 2012

Crema de Queso


En mi segunda y última vez que he hecho esta receta, creo que he encontrado la manera definitiva (gracias Tensy!). Hay pocas cosas mejores que cocinar para amigos, y más en una casa de ensueño, de decorado rústico, al lado de un bosque lejos del aburrido bullicio urbano. Imagino que esta receta sirva de base para hacer no sólo la crema de queso, sino también la "Virginia", o incluso aquella espectacular Crema de Conejo que servían antes en uno de los restaurantes preferidos de mis padres: "El Conejito". Lo otro es que esta foto no me ha convencido del todo (no logré coger bien la textura de la superficie de la crema)… así que espero mejorarla en próximas ediciones!

Terminando con la muela, aquí va la receta:

Ingredientes (para dos personas):
100g de queso gouda
1 litro de leche
60g de harina de trigo normal
60g mantequilla
nuez moscada en polvo
sal


Preparación:
Bechamel: Lo primero es tamizar toda la harina. Se pone luego a hervir la leche en una cazuela aparte. Mientras, se pone la mantequilla en otra cazuela, y una vez derretida, se añade la harina y se cocina un poco a fuego medio. Es importante que esto se haga en cazuela y no en sartén, porque aquí es donde se cocinará de principio a fin la bechamel, o sea que tiene que ser lo suficientemente amplia como para contener todos los ingredientes y revolver sin derramar. Yo cojo una espátula de madera y comienzo a revolver la mezcla. Esto se hace para que luego la bechamel no sepa a harina cruda. Tampoco hay que dejarla tostar demasiado, sino hasta que coja un colorcillo ocre y esté homogénea.  Una vez así, se baja a fuego lento y se va añadiendo poco a poco la leche hervida (que yo la mantengo calentita, con la hornilla al mínimo), en cucharones a la mezcla y se va revolviendo todo hasta homogeneizar. Entonces se echa más leche así de dos en dos cucharones, revolviendo, logrando cada vez una mezcla más líquida. A mí me pasó que cuando llevé la mitad de la leche echada ya la consistencia de la bechamel se parecía mucho a la que tendría al final. Entonces está la disyuntiva de seguir echando leche o no. La solución es seguirlo haciendo, porque si no, no se respetan las proporciones correctas de la receta. La bechamel al final no se va a licuar más, porque como todo esto va cocinando lentamente, la leche hierve un poco en la mezcla y la bechamel no pierde consistencia. Una vez utilizada toda la leche, el cuerpo de la bechamel debe ser el correcto, y se procede entonces a echar sal y nuez moscada al gusto.


El toque de queso: Una vez la bechamel está lista, y sin apagar el fuego, adjuntar la mitad del queso gouda, rallado grueso, y revolver hasta que se derrita todo bien y se integre a la crema. Al final, a la hora de servir, el resto que queda (también rallado) lo echo arriba para adornar, y para completar la receta con todo el queso que lleva.



No hay comentarios:

Publicar un comentario